sábado, 6 de julio de 2013

Matemáticas y las Tic

Matemáticas y las Tic


La enseñanza de las matemáticas en el momento actual pasa no tan solo por una discusión de lo didáctico, lo disciplinar y lo normativo del área, sino también, como ésta debe contribuir a la realización de la visión, misión y filosofía institucional de nuestras comunidades educativas y a los objetivos propios de la educación que la constitución y la ley nos exigen.
Encontrar  luces para desarrollar mejor nuestra labor educativa y a la vez hacer de la educación un proyecto que desarrolle verdaderas personas que estén insertadas en la sociedad y que a su vez se constituyan en constructores de un nuevo orden social, donde el hombre sea capaz de vivir de una manera armónica con la naturaleza, con los demás hombres y con el designio histórico que se va desarrollando, es una tarea que nos pide todos los días nuestro ejercicio docente.
A la pregunta ¿cómo enseñar a nuestros estudiantes las matemáticas en un ambiente adecuado y que desarrolle las competencias que el mundo de hoy les exige?, daría como resultado un sinnúmero de respuestas creativas fruto de las experiencias, enfoques y estudios de los maestros donde el componente metodológico se observa como un cúmulo contextualizado de técnicas y estrategias.
El arte de enseñar matemáticas, exige además del dominio del saber específico del área, y de la comunicación asertiva, un método adecuado para lograr en los estudiantes el entusiasmo particular por saber hacer matemáticamente; por lo tanto, es a partir de la metodología la forma de construir el conocimiento, así como lo expresa Ander-egg: “La metodología es el camino a seguir mediante una serie de operaciones, reglas y procedimientos fijados de antemano de manera voluntaria y reflexiva, para alcanzar un determinado fin que puede ser material o conceptual” [1] 
Al ser las matemáticas un amplio conjunto de modelos y procedimientos de análisis de la realidad, la metodología debe ser un proceso coherente y pertinente no solo con los objetivos propuestos en el plan de área, sino también con la filosofía institucional, los contextos socioculturales y las experiencias de vida de los estudiantes y sus comunidades.
Las metodologías dependen del tiempo y el espacio como también del sujeto y del contexto, independientemente de la creatividad del docente, todas ellas deben dar respuesta a los requerimientos indicados en los lineamientos curriculares y los estándares de competencias del área de matemáticas; la finalidad es que logremos despertar en el estudiante un interés en la resolución de problemas, desarrollando entre otras cosas: la construcción del conocimiento, la habilidad para el cálculo, la aplicación de conceptos y procesos; además, una formación en cualidades mentales y un desarrollo de hábitos de estudio.
La necesidad de la resolución de una situación problema permite al estudiante desplegar su accionar matemático dentro de una realidad objetiva y pertinente a su entorno socio cultural; de manera que la abstracción y conceptualización serán el resultado de una relación entre el objeto de estudio, el sujeto y el contexto.
Metodológicamente la situación problema es una de las tantas estrategias didácticas existentes, pero ésta tiene la relevancia de poder construir de manera significativa conceptos matemáticos fundamentales; como dice Orlando Mesa: “es un espacio pedagógico que posibilita tanto la conceptualización, como la simbolización y la aplicación comprensiva de algoritmos”[2]

Alberto Estrada Hernández
                                                                                                                                             Docente Matemática

[1] Ander-egg, Ezequiel (1983) Técnicas de investigación social. Alicante Grafica Díaz
[2] Mesa, Orlando (1998) Contexto para el desarrollo de situaciones problemas. Medellín: Instituto de educación no formal, Centro de pedagogía participativa.


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